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Mostrando entradas de noviembre, 2024

Si muero antes que mi perro

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Si muero antes que mi perro, por favor, déjenlo ver mi cuerpo. Para él, soy su mundo entero, y entiende la muerte más de lo que imaginamos. Si siente mi partida, llorará y me recordará en paz. Pero si no vuelve a verme, podría pensar que lo abandoné, esperando eternamente mi regreso. Si muero antes que mi fiel compañero, permítanle despedirse de mí. Él merece ese cierre, porque compartimos la vida en silencios y miradas, en momentos de compañía profunda. No fue solo un perro; fue amigo, guardián, y una extensión de mi ser. Permítanle oler, comprender, y llorar, porque así aliviará su corazón y su espíritu podrá descansar en calma, sabiendo que no lo dejé sin más. En su nobleza, él seguiría buscándome sin final, pero déjenle saber que mi amor permanece. Así, tal vez, pueda encontrar su paz y un nuevo comienzo. Fran Garcia

Que Pierde un Hombre

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Puedes tener varias pasiones, como a los deportes, al dinero, a las mujeres, a las reuniones con amigos, al alcohol y cigarro, a los animales, hacer el bien, a servir. Si unas pasiones buenas y otras malas, pero todas ancladas a este mundo y temporales. Pero tener pasión a Dios y sus cosas esa es pasión eterna. El hombre vive de sus sueños, metas, gustos, logros, planes, eso para muchos es real Es lo que pueden ver, cuando creen que cumplieron sus expectativas igual ancladas a este mundo, se dan cuenta que están cargados de peso innecesario que los mantiene ya encorvados, cansados y muchas veces sin salud, cuando llegan a viejos creen por su perspectiva de este mundo que ya no sirven pues ya no pueden generar mas para sus anhelos nunca saciados o pretensiones nunca cubiertas. Porque el propósito de sus vidas no es para este mundo, el negocio más improductivo es invertir aquí en la tierra si perdemos la eternidad con Dios. ¿Qué provecho te puedes llevar contigo de este mun...

Reflexión mi Madre

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Mi madre tiene 91 años se llama Rebeca, pero le dicen Bibi de cariño, yo le digo Mami, preciosa, chula, bonita y toda palabra linda que salga de mi corazón. Yo soy las piernas de mi madre, la fuerza de sus manos, su grabadora que repite lo que no escucha. Soy quien le da calor en el frío y la refresca en el calor. Soy quien la abraza tiernamente para llenarme de ella. Soy su comediante que la hace sonreír y la saca de la tristeza. Soy quien tiene el cuidado de llevarla a sus citas médicas. Yo soy el que la ama incondicionalmente. Soy el que se está purificando a través de ella, el que la respeta por encima de todo. Soy el guardián de sus sentimientos y de su paz. Soy el afortunado que recibe su amor puro, limpio, su amor de madre. Gracias, Dios, por bendecirme con este hermoso ministerio: el cuidado de mi madre. Con este hermoso y profundo texto quiero reflejar el amor y dedicación hacia mi madre. Habla de cómo yo me convierto con gozo en una extensión de ella,...